Mírame a los ojos… no, no bajes la mirada si no lo sabré enseguida. Te delataste tú misma en ese mismo instante en que bajaste la mirada hacia mis labios cuando nos pusimos a centímetros, lo hiciste cuando en tu mente querías hacer volar mi imagen, te delataste cuando querías saber cosas sobre mí, cuando querías estar cerca de mí, siempre, a cada instante que pasaba…
Cuando te miraba y me mirabas, cuando te miraba y sonreía, cuando te sonreía y sonreías, cuando los silencios significaban todo…
No digas que no sientes, porque sé que no es verdad. No digas que no quieres, porque te mientes a ti misma. No digas que me olvidas, porque te es imposible olvidar. Deja de esconder la verdad por un instante, no digas nada de eso, solo te haces daño a ti misma, di la verdad, que no quieres querer, que no quieres sentir.
Y es que todo sería perfecto si dejaras volar a tus sentimientos, si no los encerraras en la caja del olvido. Tus sentimientos hablarían por ti, nos daríamos besos eternos, nos pasaríamos horas contándonos cosas insignificantes o completamente en silencio, y daría igual, estaríamos bien simplemente por estar al lado del otro.
Tú sigues ahí, negando lo evidente, negando lo que demuestras constantemente, niegas con palabras lo que tu cuerpo dice a gritos.
Vuela por una vez, haz lo que quieres y deseas por una vez, dime con palabras lo que tu corazón me está diciendo, dime te quiero y el tiempo se parará eternamente.
Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
Gracias! Un placer verte por aquí.
Saludos!! 🙂