Me miras, te miro, parece que estés dentro de mí, observando cada detalle, intentando saber qué demonios estará pasando por mi cabeza. Mi sonrisa aparece por inercia, como si mis labios hubieran entendido que no tienen por qué expresar lo que siento, como si supieran que les agradezco que hagan eso. Entonces tú dejas de observarme, he pasado el examen, todo parece estar perfecto.
Por fuera pero no por dentro.
Por un momento he estado a punto de explotar, de dejar de aparentar, de parecer que nada me afecta, que soy la eterna sonrisa insensible que no se conmueve ante nada, de fingir que todo está perfecto mientras algo duele aquí dentro. Explotar, llorar las penas, abrir las puertas de las emociones, empezar a gritar hasta quedarme sin voz, dejar salir toda la rabia que necesita ser liberada. Contar las cosas de las que estoy harto, contar las cosas que odio de ti, del mundo, decir las cuatro verdades que nadie se atreve a decir. Gritar sobre el amor, sobre compañías que no valen la pena, sobre lo que tengo y desearía tener, sobre ciertas cosas que, simplemente, haría desaparecer de mi vida.
Pero de momento no lo hago, sigue la eterna sonrisa, mi amiga, la que le dice a los demás que todo va bien, que no pasa nada, que eso no me afecta, que dentro de mí no hay oscuridad. Y es que a veces uno se siente bien solo con tener la sonrisa puesta porque así haces sonreír a los demás, porque así les haces ver que no puede haber algo tan malo como para hacer que no sonrías, no hay nada mejor que con una simple sonrisa puedas hacer sonreír a la persona que tienes delante.
Y es ese el instante en que por unos segundos toda la oscuridad se marcha de verdad de mi interior, exploto, abro las puertas de las emociones y podría gritar hasta quedarme sin voz pero no lo haría para liberarme de lo malo, lo haría simplemente porque durante un pequeñísimo instante puedo ser feliz.
Sé que hay oscuridad en mi interior, sé que está pidiendo salir, sé que algún día saldrá y me quedaré tan vacío como un globo deshinchado, sé que hay cosas que no pueden aguantar más aquí adentro pero de momento… dame la careta de la eterna sonrisa, déjame que me la ponga, déjame estar bien por unos segundos.
Me encanta.