Seguiré soñando

Anoche soñé que te soñaba, soñé que recorría tu piel beso a beso, que mis labios se deleitaban con tu dulzura y al besar cada centímetro se quedaban con ganas de más y querían besar el siguiente, y parecía que tu piel era eterna y a mis labios le gustaba esa eternidad, el pensar que siempre habría otro centímetro que besar, que tu cuerpo nunca se acabaría.

Anoche soñé que te soñaba, soñé que mis dedos danzaban al son de las caricias, que tú te estremecías al sentir el contacto, que tu vello se erizaba después de que tu piel y mi piel chocaran dando lugar a una tormenta de sensaciones, inexplicables, inolvidables. La sensación de que no podía parar un segundo de hacerlo.

Anoche soñé que te soñaba, que podíamos estar horas y horas uno enfrente del otro, solo mirándonos, solo dejando que las miradas caigan en una nube, horas y horas solo describiendo sentimientos, solo contándonos lo que sentimos, solo descifrando pensamientos, solo descifrando sonrisas, solo pensando en que no hay nada mejor en este mundo que estar con la persona con la que se quiere estar y que no haya nada más. Solos tú, yo y el mundo a nuestros pies.

Anoche soñé que te soñaba, y el soñarte me hacía pensar que todo era maravilloso, que la vida no era un pesar y que por un momento tú y yo nos besábamos y el beso se hacía eterno y nunca podía parar de besar.

Anoche soñé que te soñaba y me gustó, me encantó, imaginar la vida a tu lado, imaginar todos esos momentos inimaginables, imaginar que por un segundo la Tierra deja de rodar, justo en el instante en que tú y yo nos besamos y damos por finalizada la eterna locura en la que vivo.

Anoche soñé que te soñaba y hoy me despertado, y me he dado cuenta de que los sueños no son realidad, que no te tengo a mi lado, que no puedo recorrer tu piel beso a beso, que no puedo hacer que tu vello se erice, que puedo mirarte pero tú no me miras, que puedo quererte pero tú no me quieres, que podría escribir toda la vida sobre sentimientos y tú siempre mirarías hacia otro lado.

Hoy volveré a soñar contigo y ruego que me despiertes solo cuando mi sueño acabe, despiértame cuando le importe a alguien que esté soñando. Despiértame solo si me espera una sonrisa, el principio de una noche o un detalle en forma de abrazo.

Solo así despiértame, despiértame cuando tú empieces a soñar. Yo, mientras tanto, seguiré soñando.

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