Hay momentos en la vida en que uno necesita pararlo todo, bajarse por un instante de la bola que gira y gira y verlo todo como si fuera una película, dejar por un tiempo de ser el actor principal y convertirse en un mero espectador, momentos en los que pensar sobre todo lo que ha pasado, lo que está pasando y lo que queda por pasar.
Y yo ahora mismo ya estoy viendo ese botón que hace parar la bola, ese botón que me dejará ser por fin un mero espectador.
Y lo deseo…
Lo necesito…
Y es que me siento cansado, cansado de pensar constantemente en lo que tengo que hacer o dejar de hacer, de pensar en todo, de calentarme la cabeza por cosas que quizá no tienen importancia, de mirar tanto por los demás y no darme un simple segundo para mí. Cansado de poner la oreja y no ser yo quien hable. Cansado de correr una carrera de la que no voy a ser ganador.
Necesito bajarme de esta locura a la que algunos llaman vida, intentar comprenderlo todo, saber si estoy haciendo bien o mal, si tengo que cambiar de camino o voy por el adecuado. Necesito alejarme un poco de las cosas para verlas en tercera persona. Y es que si ahora no me doy consejos a mí mismo pero se los doy a otros, tendré que transformarme en otra persona para que los consejos vengan a mí.
Necesito que las cosas vuelvan a tener el sentido que han perdido, bajarme de esta nube que flota en el mundo de fantasía y ver las cosas como realmente son, sin pensamientos que vengan de fuera, sin nadie que me pueda influenciar, ver por fin la película de mi vida.
Veo el botón, ya lo alcanzo con la mano, lo tengo ahí cerquita…
Ya solo falta que cuando me suba otra vez, haber analizado las cosas me de ese punto extra que necesito para hacer esas cosas que quiero hacer y que de momento aún no he hecho…
PD: Bueno, pues este va a ser el último relato de 2011, como digo en el título, paro el mundo durante unas semanas y me alejo de todo. Después de reyes más 😉 Saludos!
Artística manera de decir todo. Bella manera de redactar. Ojalá más personas escribieran como tú.