Mi vieja amiga

Hay quien mira a la muerte como una enemiga, una vieja sombra que se arrastra entre los vivos, atenta a cualquier suspiro agónico para poder hacer un viaje sin fin hacia la oscuridad más negra, esa de la que es imposible escapar, esa que construye muros sobre abismos, muros que impedirán volver a ver una sonrisa, sentir una caricia o dar un beso.

Tenemos miedo a la muerte como si fuera el final de una historia, tememos no ser más que un recuerdo que se perderá en el tiempo, polvo estelar incapaz de pensar, de tocar y ser tocado, de sentir emociones. Tenemos miedo al abismo porque no sabemos qué será de nosotros.

¿Qué será? La eterna pregunta.

El ser humano es capaz de ir a la Luna y no saber qué ocurre con nosotros cuando el cuerpo dice basta.

Quizá hemos convertido la pregunta más repetida de la historia en la más silenciada, en el tabú más grande de todos los tiempos. Quizá es por eso que nada sabemos y nada queremos saber.

Deberíamos abrazar la muerte simplemente como una vieja amiga con la que nos volvemos a encontrar, una compañera de viaje en este camino llamado eternidad. Porque, aunque no nos demos cuenta, ya hemos estado muertos, y lo peor que nos pudo ocurrir en esa oscuridad tan temida fue nacer crecer, sentir, tocar, emocionarnos.

Considero la muerte como una etapa más en nuestro camino, una etapa que deberíamos saber afrontar y tratar desde todos los frentes, en todas las edades. Porque de ella nada sabemos y, por tanto, nada podemos juzgar, no podemos juzgar la muerte como negativa o positiva, no sabemos si nos convertiremos en polvo, en un escarabajo o de nuevo en seres humanos, esta vez en la otra punta del mundo.

Dediquémonos a aprovechar esta etapa y pensemos que es inevitable acompañar, tarde o temprano, a ese no saber, a esa sombra sin guadaña que tal vez aconseje en lugar de aterrorizar.

Sólo así dejaremos de temer y disfrutaremos mucho más de este viaje.

4 comentarios en “Mi vieja amiga”

  1. Me encanta como tratas el tema de la muerte, de forma natural y con toda serenidad, sin temerle, haces que los demás no la veamos como algo malo 🙂 Me encanta como escribes 🙂 tengo un sueño y es llegar a ser escritora 🙂 ayúdame a conseguirlo. Y seguimos, poco a poco, hasta alcanzar nuestros sueños, quien la sigue la consigue. Así que, toca no rendirse nunca.
    Aqui tenéis la nueva publicación del blog, espero que la disfrutéis 🙂 De buenas criticas crece un buen escritor.

    https://susurrosrelatados.wordpress.com/2016/03/07/cita-a-ciegas/

    1. Gracias por lo que me toca! Esa debería ser nuestra única meta en la vida, cumplir sueños, todo lo demás no importa si al final no somos felices con lo que hacemos. La única cosa que puedo decirte para ayudarte a conseguirlo es que decirte que escribas, que escribas mucho y por mucho que tropieces con piedras, no dejes de intentarlo. Sólo escribiendo se mejora, lo demás llega solo porque realmente ya lo llevas dentro.

      Suerte y gracias! 🙂

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