¿Es mejor haber amado y haber perdido que nunca haber amado?
No lo sé.
Ahora mismo estoy derrotado, sin palabras, sentado en el sofá con la tele encendida pero con mis ojos mirando a ninguna parte. Y en mi cabeza… en mi cabeza solo unas palabras, unas palabras… de ella:
-Creo que es mejor que lo dejemos por un tiempo, adiós.
No es la primera vez que oigo esto. No es la primera vez que llego a casa cabizbajo, con los ojos llorosos, pensando en qué ha podido fallar, en qué ha pasado para que los «te quiero», las sonrisas y la felicidad se conviertan en silencios, miradas serias y ese último «adiós».
Y ha llegado un momento en que no puedo más.
Después de tantas experiencias, después de haber experimentado tantas sensaciones y sentimientos, después de haber perdido tantas veces, yo me pregunto
¿Es cierta esa frase que algunos dicen de que es mejor haber amado y haber perdido que nunca amado? ¿A quién se le ocurrió esa frase que muchas veces no tiene sentido? ¿Acaso aquellos que tienen la osadía de decir esta frase han probado lo que es amar y perder? ¿O lo dicen por decir sin haber tenido alguna experiencia anterior?
Son muchos aquellos que dicen esta frase, cada vez más. Quizá aquellos que la dicen no comprenden el verdadero significado de la palabra «perder», porque «perder» en el amor no significa otra cosa que llorar, sentirse triste y no tener ganas de hacer nada. Que me pregunten a mí ahora, que le pregunten a aquel que ha perdido en el amor si tiene sentido esa frase. Porque después de haber perdido en el amor, después de comprobar como se siente uno después de haber perdido, uno no para de preguntarse:
¿En realidad es mejor haber amado y haber perdido que nunca haber amado?
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La perdida es probablemente el sentimiento más doloroso al que los mortales tenemos que enfrentarnos. Y no te equivoques terminar una relación es a todos los efectos como si aquella persona por la que tanto sentimos hubiera muerto. Que sea mejor tener o no esta experiencia es poco relevante porque la vida esta construida sobre pérdidas. Quiza para prepararnos para nuestra propia muerte.
Un saludo
Que la vida está construida sobre pérdidas creo que es una visión un poco pesimista, así que prefiero alejarme de ellas lo máximo posible.
Gracias por comentar 🙂
Recientemente terminé una relación de 5 años, este último año todo cambió ella encontro un gran empleo, un gran grupo de nuevos amigos, viajes y nuevas experiencias y poco a poco fue llenando el vacío de la rutina que habia en nuestra relación, fué hasta ese punto que la empece a valorar pues antes se que no me sentía enamorado, pensaba que la iba a tener por siempre y nunca luche realmente por ese amor y actuaba, juraba amor pero nunca me pude convencer, deseaba enamorarme me mentí muchas veces para poder amarla, siendo tan hermosa, tan atenta, tan impetuosa, y nunca la merecí, ella por el contrario sufría en silencio ante la duda sobre mis sentimientos pero así siempre me defendio, me apoyo y nunca se canso de hablar de un futuro juntos el cual yo no compartía pero jugaba a que sí, y yo quería convecerme de que la amaba pero no podía… todo hasta que la empece a perder este último año, desesperadamente luchaba para recuperarla ya nada era suficiente, ella estaba descubriendo el mundo y yo ya no era parte del suyo, se dio cuenta de que ella podia amarse a si misma y darse valor de no necesitarme, yo todo ese sufrimiento de perderla lo aceptaba lo merecía, porque yo no la valoré, hoy que no la tengo a mi lado se que no haber podido amar es doloroso es insoportable, no haber valorado y luchado por una mujer con tantas virtudes es un dolor tan intenso que estoy dispuesto a sentir por siempre, porque ella me amo, yo ahora sufro por su amor, por no haber podido amar, porque pienso en como sería mi vida de haberla amado, porque me duele querer volver el tiempo y amar cada segundo a esa mujer, arrepentido porque que ella merecía al hombre perfecto y no perder tiempo a mi lado y se que lo encontrará…a un hombre que la haga sentir de verdad lo que yo le daba como un juego, a un hombre que la haga olvidarse de mí y darse cuenta de que solo fuí el error que la llevo a ser aún mejor mujer y a conocer al verdadero amor con el cual todos soñamos.
Me dejaste sin palabras……
creo que esa frase es totalmente verdad, porque esos recuersos felices en tu mente no te los saca nadie, esos recuerdos que vienen en cualquier momento acompañados de sonrrisas son tuyos y de nadie mas, esa felicidad que fue y hoy ya no es, hoy te daña, te hace muy mal, pero mañana cuando te sientas mejor y veas todo de manera distinta te pondras feliz al darte cuenta de que si bien no funciono lo viviste, viviste muchas cosas hermosas que sin dudas valen la pena. asiq por mi parte te difo que es mejor haber amado y haber perdido a nunva haber amado 🙂
Pienso que todo depende de cómo ha sido la relación. Puede haber dolido tanto que piensas «ojalá no lo hubiera vivido» y otras veces la relación ha sido tan bonita que, aunque se haya terminado, tendrás siempre un grato recuerdo. En el relato sólo he querido expresar lo que seguramente pensarán los del primer caso.
Gracias por comentar.
¡¡Saludos!!
quizás tengas razón, pero si por algo empezó esa relación aunque sea un lindo recuerdo tiene que haber, y de todas maneras de los errores se aprende es la única forma que tenemos de madurar y crecer. y para bien o para mal las cosas siempre suceden por alguna razón.
Puede ser. Aunque muchas veces lo malo tapa todo lo bueno y al revés, a veces todo lo bueno tapa lo malo. Y es lamentable en el primer caso. Por cierto me gusta mucho tu idea de que todo sucede por alguna razón, la idea del destino es algo que me atrae mucho.
como dice la frase es creer o reventar, la vida misma te lo va demostrando
Sí.
Lo malo que algunas veces pasa que también pierdes la esperanza.
O es quizás que nunca la hubo.
No creo en esa frase, es mejor no haber amado, no haber experimentado ese dolor que haberlo hecho.
Hombre, de todas maneras si no lo pruebas no sabes si llegarás al dolor. Y mientras amas, el placer es inmenso. Aún así respeto tu opinión 😉
Yo creo que es mejor. Así cuando mueras no dirás «ojalá hubiese amado, aunque sea una vez».
Y tampoco te quedarás con esa cosilla de… Que hubiera pasado si…
Odio esa frase, me parece el peor de los masoquismos. Porque ni todas las mariposas en el estómago, ni los buenos recuerdos, nada de eso, logra aliviar el intenso dolor y frustración que se siente al darse cuenta que no se es correspondido…
Que me endulzó la vida entera, dulce y delicadamente, desde la primera mirada, todo era tan perfecto que era como un sueño, me costó tanto trabajo creer que podía aparecer en mi vida alguien así… Y, ¡maldita sea! que esta vez yo no blindé mi corazón, solo me dejé llevar, era demasiado bello para ser real…
Pero ahora, ese vacío tan profundo que se siente, cuando él, cuyas miradas decían lo expresaban todo, que lograba sacar siempre la más sincera de mis sonrisas, que solo con pensarlo mi día cambiaba por completo, ese hombre, que en el más inesperado de los momentos dijo estar agradecido porque aparecí en su camino por algo… ese vacío, oh Dios, duele tanto tanto tanto, como si le atravesaran a uno de lado a lado el alma con el arma más punzante. No hay lágrimas suficientes que mitiguen este dolor. El tiempo lo cura, si, pero se requiere mucho pero mucho tiempo para ello. Y más lágrimas, y más dolor, y más recuerdos…
Y que el día menos pensado, me doy cuenta que no le importa que hubiera sido atenta, especial, ni el tiempo valioso de mi vida que le invertí, que le dí la atención y el respeto que muchas veces uno no se da ni a si mismo…
El día que sus miradas cambiaron, y con solo aquella mirada y un beso repentino en la mejilla dijo: «no eres tu, soy yo, te quiero, pero no como te mereces, y te agradezco por quererme»… Ese día me di cuenta que en definitiva, yo no era la mujer que él estaba buscando, ni la que él deseaba en su vida. Aún cuando me hizo creer lo contrario y le creí…
Que duele infinitamente descubrir que él se valió astuta pero sutilmente de mi, para lograr salir definitivamente de su anterior fracaso amoroso. Y que ahora que él ya superó todo y que está preparado para una nueva relación, se decantó por la más inesperada y absurda de todas las mujeres, si, una mujer preparada, inteligente, agraciada, pero fría y brusca, con la que tiene más diferencias que similitudes. Pero por alguna razón eso lo atrajo…
Como no va a doler, entender que yo inconscientemente, día a día, fui el bálsamo para sus heridas del pasado, que me utilizó para curarse y ahora también sutilmente, me va descartando de su vida como quien se quiere deshacer disimuladamente, si, y lentamente de eso que le va estorbando.
Hubiera preferido no amar nunca, jamás, no saber que es amar, antes que perder y sufrir de esta forma. Ni él ni nadie vale la pena ninguna de estas lágrimas.
¡Cómo desearía que jamás me hubiera mirado de esa forma esa primera vez…!
Total mente de acuerdo, por mi, votaría mil veces a favor por esta reflexión…..
Uno primero que todo debe entender que la vida es un proceso de aciertos y equivocaciones, de alegrías y tristeza, de errores y aprendizaje, esto es la base de el vivir la vida, y aunque a veces nos depare un dolor insoportable es nuestro deber continuar, y seguir y darnos cuenta de cual fue el error que nos llevo a tal momento, y aprender de todo para no repetir la experiencia sea la culpa de que sea, y uno debe tomorlo como un aprendizaje que te hara mejor persona
Totalmente de acuerdo, la vida es un continuo proceso de aprendizaje en el que no podemos evitar las caídas por mucho que nos duelan, lo único que podemos hacer es aprovecharlas para poder crecer. No podemos privarnos de amar, aunque eso nos pueda conducir al desastre, pues este no hará aún más fuertes. ¡Gracias por comentar, Marco!
Yo era demasiado feliz antes de haber amado y perdido. Ahora solo soy un ser que respira solo por instinto.
¡Hola David, gracias por comentar!
Entiendo tu opinión sobre ello, pero creo que amar nos aporta gran parte de esa felicidad. Al final creo que el tiempo hace el olvido y todo se supera, pero la felicidad que sientes mientras amas no ya no te la quita nadie.
Jamás cambiaría la hermosa sensación que experimente, viví momentos que le deseo al mundo, experimente toda clase de sensaciones que me hicieron sentir la persona más importante y amada, cada día que pasa doy gracias por haber conocido al hombre con el que vibre en cuerpo y alma, toda esta felicidad llego a su fin y continué experimentando de formas menos placenteras.
Le encuentro mucho sentido a esta frase, especialmente cuando conozco a personas que por alguna razón el amor vacío es muy común en su vida y se encuentran tan desesperados que los errores son fatales.
El amor tiene un momento importante en nuestra vida, al igual que el fracaso pero ninguno de estos es eterno.
Te doy toda la razón. Al final, la sensación de pérdida se marcha y el luto que sientes por esa persona desaparece. Pero las sensaciones que vives estando enamorado, el recuerdo de esas mariposas que sientes, no se marchan nunca. Y esa sensación es la más bonita del mundo.
¡Gracias por comentar!
Yo creo que va mas en el sentido de arriesgarse, que tal si la otra persona si es el amor de tu vida, pero por culpa de las inseguridades y miedos le des la espalda, no te atrevas a darte una oportunidad. Creo que es peor el «que tal si» rondando por tu cabeza en lugar de «por lo menos lo intente».
Pues desde mi experiencia, si creo que esa frase es cierta. Ya que aunque una relación no funcione, incluso si la ruptura es tormentosa, hay cosas que en su momento cuando experimentaste fueron grandiosas y maravillosas; es decir, todas las cosas buenas y malas durante la relación son experiencias de vida que te ayudaran a ser mejor persona a la larga, que te ayudara a entender que quieres en la vida o que tipo de persona quieres como pareja, son cosas que viviste y pudiste experimentar, las cuales sin duda alguna te serán útiles (aunque al principio por el dolor no lo veas). En cambio cuando uno no tiene esa oportunidad es muy difícil soltar ese sentimiento de amor, ya que se tiende a aferrar a ilusiones y expectativas que en su mayoría son falsas, no solo tienes que lidiar con un corazón roto no correspondido y todo lo que eso conlleva (dolor, tristeza, soledad, frustración etc) sino que también te tienes que enfrentar a los «quizás», a los «supuestos», a los «porque», a los «que tal si» … y lamentablemente como uno no ha tenido la experiencia o la oportunidad de vivir ese amor… casi todas esas preguntas quedan sin respuesta para siempre. Así que sinceramente es mil veces mejor haber amado y perdido, que nunca haber amado.
Yo pienso que es mejor no haber amado. De hecho, pienso que la frase es bastante cruel. Llegué a mis 30 años sin haber amado nunca de verdad. Tuve mis parejas, las quise más y las quise menos, pero nunca me enamoré y pude hacer mi vida. Con 27 años me enamoré, me di cuenta de la infinita diferencia que hay entre el amar y el querer. Me costó creerlo pero acabé entendiendo que era real. Hicimos planes, vivimos juntos, confiamos completamente, pensabamos sinceramente que sería para siempre, nos llamamos familia. Y al tercer año ella dejó de sentir lo que había sentido antes. Por muchos meses no me lo dijo. Meses en los que yo había terminado por descuidarla, lo que siempre advertí a los demás y temí que pudiera pasarme a mí. La di por sentada. Incluso después de un mal momento seguía haciendo planes para las próximas vacaciones o lo que fuera, porque estaba convencido de que fuera lo qe fuera pasaría, como siempre, se arreglaría en unos días. Pero ella se acabó agotando. Se fue alejando de mi, hizo nuevos amigos, me hizo sentir que sobrara más y más. Y finalmente un día me confesó que ya no me amaba y que nunca más podría volver a amarme. No lo entedía, y sigo sin entenderlo. Sé porqué pasó, y sé la culpa que tuve; pero no entiendo como se extinguió lo que ella sentía si ambos sentíamos lo mismo.No puedo comprender que días atrás fueramos una familia, un equipo, que estaríamos juntos hasta el fin del mundo y siempre nos cuidaríamos y contaríamos con el otro, y hoy no hay nada. Fue amable y cariñosa mientras me dejaba, insistió en ayudarme en todo lo que necesitara. Pero mientras ella rehace ágilmente su vida, yo descubro día a día que cada intento por recuperarla es fría y educadamente rechazado. Siento, por debajo de toda su amabilidad, que soy un cable suelto, un estorbo, una molestia de la que felizmente se desharía ahora, que me diría gustosamente lo que yo necesite oír para quedarme por fin tranquilo y poder sacarme de su vida que ahora tiene otro color y va en otra dirección que nada tiene que ver conmigo. Pero esa es su realidad y la mía tengo que vivirla yo. La mía es la de un hombre que sin darse cuenta lo ha ido perdiendo todo: mis amigos se fueron de la ciudad porque no había trabajo, me quedé en esta diminuta ciudad porque estaba ella, acepté un trabajo que nunca habría aceptado por construir un futuro con ella, y ahora estoy atrapado aquí solo y sin perspectivas. No tengo a donde ir, no tiene sentido hacer lo que hago, y vivo solo porque sería una crueldad para mis seres queridos si dejara de hacerlo. Tardé 30 años en enamorarme, y sería demasiado ingenuo si creyera que voy a volver a hacerlo ahora, en tiempo de descuento, con los restos de soltería que aún quedan por ahí a estas alturas, y menos aquí. Ahora mi perspectiva es la de morir solo o conformarme algún día con otra pareja de la que con toda probabilidad no estaré verdaderamente enamorado. Porque esto fue un episodio extraño. Esto nunca antes había pasado mientras tuve todas las posibilidades del mundo. Y lógicamente no va a volver a pasar ahora que no tengo casi ninguna. Conformarme mientras miro tristemente atrás o morir solo. Dos opciones a las que no tendría que enfrentarme si nunca hubiese amado y hubiera continuado teniendo parejas pasajeras que ahora no me llenan.
No, no es mejor haber amado y haber perdido que nunca haber amado. Haber amado es maravilloso pero se puede vivir sin ello, en cambio haber perdido es algo que puede llegar a matarte. Es un precio extremadamente alto por una felicidad que no había pedido en primer lugar. Ni es justo ni está proporcionado. Ni tiene sentido decir que es algo que nos ayuda a crecer o hacernos más fuertes. ¿Crecer para quién? No encontraré otra así con 35 o 40; algo encontraré, y quizás me guste mucho, pero no podrá ni parecerse a esto. ¿Crecer para mí?¿con qué propósito? ¿Cuál es el sentido de ganarse la vida por el mero hecho de ganarsela? ¿Hacerme más fuerte para afrontar el qué? No quiero tener que vivir para afrontar cosas peores, gracias; no me compensa en absoluto. Crecer por crecer, fortalecerse por fortalecerse. Autoengaños en mi opinión. Lo bueno era eso, lo que dejamos atrás. Lo bueno era amar, y lo que merecía la pena era no haberlo perdido. Perderlo te hace sentir muchísimo más dolor y muchísimo más vacío que no haberlo tenido nunca.
Hola, entiendo tu reflexión, pero te aconsejaría que no desesperes. Eres una persona muy joven y creo que aún te queda mucha vida que recorrer y mucha gente que conocer. ¿Quizá no sea lo que tú esperas? Tal vez, pero a veces el problema es más las expectativas que nos creamos nosotros que cómo es esa persona. Busca ayuda si la necesitas, déjate sorprender, permítete sentir. La vida te da cosas buenas cuando menos te lo esperas.
Si, es mejor porque al menos han sentido el amor, pueden decir «estuve enamorado (a)»