Siéntate, ponte cómodo, suelta toda la tensión que puedas tener dentro.
Levanta la cabeza, mira a tu alrededor, cierra los ojos y respira profundamente.
No dejes que nada ni nadie pueda entrar en tu mente durante unos segundos.
Pero ante todo relájate, porque no hay nada en el mundo que te pueda quitar este instante de felicidad.
Olvídate de los problemas durante este instante, ya habrá demasiado tiempo para pensar en ellos.
Piensa un instante en esos momentos felices, esos recuerdos inolvidables, porque la vida está plagado de ellos y solo por esos momentos vale la pena vivir.
Respira profundamente y sonríe, deja que el ambiente se llene de calma y felicidad.
Pero ante todo relájate, porque no hay nada en el mundo que te pueda quitar este instante de felicidad.
Y recuerda que la vida puede ser maravillosa.