«¡Qué calor hace!» Desde que ha entrado el verano no hago más que repetir esa frase y es cierto, por el día casi ninguna ciudad se libra de sus 30 grados a la sombra, por eso por las noches aprovechamos para salir a la calle y así aprovechamos las suaves brisas y al mismo tiempo nos liberamos de estar todo el día metidos en casa con el aire acondicionado encendido.
Una gran escalinata que nos sirve como asiento es el lugar elegido por nuestro grupo para pasar la noche un poco más agradable. Los que vamos cada noche somos los de siempre, es decir, mis dos primos David y Jordi, mi amiga Sandra, mi hermana Nuria, Sergio y yo.
Los temas de conversación son muy variados, pueden ir desde que hemos hecho cada uno esa tarde hasta alguna cosa divertida que ha salido en televisión o internet. Eso sí, al final el tema de conversación acaba derivando casi siempre en Sergio y yo pero de forma indirecta, es decir, mientras Sergio y yo estamos sentados tranquila y «amistosamente» en la escalera, los otros lanzan comentarios sobre nosotros, os pongo un ejemplo: antes de que Sergio me conociera él nunca salía por las noches, entonces David, que ya sabe demasiado de que va el asunto, le dice a Sergio con picardía:
-No acabo de entenderlo Sergio, tú que antes no salías ¿Cómo es que ahora vienes todas las noches?
A lo que Sergio le responde con uno o dos gemidos como diciéndole a David «No me hagas decirlo, que ya lo sabes bien»
Al final de la noche, todo acaba igual, Sergio y yo charlando animadamente mientras los otros nos esperan aburridos a que terminemos de una vez y poder marcharse y espero que siga siendo así, ya que si se marcharan y nos dejaran solos me moriría de vergüenza.
Ya van varias noches que hablo con Sergio y estoy empezando a conocerlo en profundidad, ya sé muchas cosas de él como que le encanta el mundo de las motos, que tiene una hermana más pequeña que él o que no le gusta nada estudiar y por eso trabaja en la obra.
Cada vez estamos más cerca, siento que cada vez nos queremos más, que al estar juntos saltan chispas entre nosotros y todas las noches, después de haber hablado con él, tengo muchísimas ganas de que llegue el día siguiente, porque en estas noches veraniegas el amor que siento por Sergio es cada vez más grande.