Me dijiste que no, una vez fue suficiente para entenderlo, para entender que no me querías, que no significaba nada para ti y que fácilmente podrías vivir sin mí, lo sé, no me amas, no sientes nada por mí, lo tengo claro, lo entiendo.
Pero al parecer mi corazón no lo tiene claro, no lo entiende, no se da cuenta que tú no me quieres, ya que sigue latiendo con tanta fuerza cada vez que te veo como la primera vez que te vi. Todavía siento cosquilleos en la barriga cada vez que te veo, todavía se me eriza la piel si me tocas, todavía sueño contigo en las cálidas noches de verano.
No puedo y no sé si quiero olvidarte, necesito quererte, quiero creer que me quieres, porque no había sentido todo esto por nadie, un amor tan grande que ni el tiempo puede borrar de mi cabeza. Te veo cada día y me cuesta mucho detener el impulso de tocarte, de abrazarte, de besarte, me cuesta horrores no pensar en ti en algún instante del día.
Ojalá fuera tan sencillo, ojalá pudiera haber un botón en mi cabeza para desconectarme completamente de ti, ojalá no me fuera tan difícil el poder olvidarte.