Patito feo

Desde pequeña había sido poco agraciada, el patito feo de la clase, el hazmerreír de sus compañeros. Pocos eran losbulling días en que no le hacían una broma o que simplemente no le llamaban fea. Llegaba a casa, se miraba al espejo y se echaba a llorar, al otro lado le miraba una niña con un pelo engreñado, pecas y granitos por todo el rostro, unos ojos y nariz desproporcionados y unas gafas gigantes que llevaba por un problema de vista que tenía desde pequeña, ella tampoco se gustaba, en parte, entendía por qué le hacían todo aquello.

A pesar de burlarse de ella e insultarle un día sí y otro también, prácticamente nadie conocía su carácter, prácticamente nadie conocía que era una chiquilla muy noble, lo daría todo a aquellos a los que más quería y siempre tenía una sonrisa hacia aquellos que no le hacían nada, a todo eso se le añadía que era una de las más inteligentes de su clase, aunque eso le restara puntos en la escala social.

Uno de los que más se metían con ella era Carlos, que era el típico chulo con una carita bonita y la popularidad por las nubes. Le encantaba mofarse de ella, le divertía, no había día en que no le dijera nada como “hay una cosa que se llama peluquería”, “que guapa estás hoy” o “¡no me toques que me das asco!”, dichas esas barbaridades, el grupo que siempre le acompañaba se reía a carcajadas de sus “gracias”.

Llegó la pubertad y con ella los cambios hormonales propios de la edad, muchas chicas de su edad empezaron a mostrar las bellas jovencitas que llevaban dentro y aunque de pequeña no había resultado ser guapa, ella también empezó a desarrollarse, consiguió convencer a su madre para empezar un tratamiento que le mejorara la cara y unas lentillas le quitaron de la cara esas viejas y feas gafas que llevaba. En un  par de años pasó de ser “la fea” y se convirtió a la chica que encandilaba a más chicos. Por ironías del destino, a uno de sus viejos “amigos” de la infancia, Carlos, la pubertad le jugó una mala pasada y se le llenó la cara de granos, con lo que pasó de ser el guapito a, como ahora le llamaban, El grani.

Muchos de los que hubieran estado en su casa le hubieran reprochado durante esos años todo lo que le habían dicho, pero ella no era así, el mejorar su aspecto no se le subió a la cabeza, seguía siendo muy noble, amiga de sus amigas y una de las primeras de clase, a pesar de que todos se habían reído de ella, nadie pudo decir que ella se burló de alguien, pasó de ser patito feo a cisne pero siguió teniendo el corazón tan grande como lo tenía antes.

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