El estómago se me revuelve y solo es por una razón, las palabras que a escondidas me han dicho que nunca te tendré en mis brazos.
Ha sido todo tan rápido que al principio no me he dado cuenta, es más, las he interpretado a mi favor, pensando que el mensaje que se ocultaba detrás de esas letras era que cada vez te hacía más feliz, que cada vez estábamos más cerca. Pero no. No ha sido así, a escondidas tu mensaje me ha dicho que no soy yo ese por el que tanto suspiras, que no soy yo ese al que tanto anhelas, que no soy yo ese por el que sientes sentimientos tan confusos.
Que hay alguien, sí, pero que ese alguien no soy yo.
Y ahora miro al vacío y me dejo llevar por la pena, por el llanto silencioso, ese que muchas veces debería convertirse en ruidoso. Me dejo llevar por el pensamiento de que he sido un estúpido, un ingenuo al pensar que podía haber entre tú y yo…
Y la bofetada, otra más, de esas que no duelen en la piel sino en el alma. Y lo peor de todo es que no dejaré de verte, no dejaré de hablarte y tal vez la llama se apague más despacio de lo que yo desearía.
Y mientras la llama siga encendida me costará tenerte a mi lado.
Felicidades por el blog, he llegado de casualidad, por buscar la frase sobre si «es mejor haber amado y perdido que no haber amado nunca´´ y me he encontrado un relato antiguo tuyo, muchas felicidades de nuevo, aquí tienes un nuevo seguidor! 😉
Gracias 🙂 Me encanta saber que hay gente que no pasa de refilón en el blog gracias a google sino que se lee de verdad los relatos.
Saludos! 😉