Yo hubiese querido decirte tantas cosas ese día…
Decirte por ejemplo que cuando te veo venir entre la gente me recorre esa cosquilla por el cuerpo, que me cuesta dejar de mirarte, que cuando me ves y me sonríes, respirar se vuelve difícil, que cuando tus manos me tocan, tus brazos me abrazan, la piel de tu mejilla me roza y me dices “hola” todo se vuelve un solo latido en mí y que ahí frente a tu imagen me siento débil.
Decirte por ejemplo que luego te escucho hablar y el sonido de tu voz es lo único en el ambiente que llega a mis oídos y no importa si los demás hablan, si suena música o si ríen otras personas, porque tú estas ahí hablando y es lo único que me importa.
Decirte por ejemplo que cuando te acercas a mi cuerpo y cruzas tu brazo por mi cintura y me hablas al oído tan tan suavemente y siento como respiras tan cerca, mi cuerpo se estremece y la sangre fluye en mis venas como si fuera a explotar en un grito.
Decirte por ejemplo que desde ese día en que sentí tus manos acariciarme, tu aliento en mi rostro, tus labios en los míos, tu lengua en mi boca, tu respiración en mi cuello, tus tacto en mi piel; yo no puedo pensar en otra cosa que en como decirte por ejemplo que te quiero.
Laura.