Impulsos

Estoy inquieto, intento quitar el pensamiento de mi mente, intento vaciar todo mi interior para olvidar que no la tengo a centímetros, para dejar de pensar que no habrá besos de caramelo, para olvidar que mis dedos nunca rozarán su piel.

Un silencio, y aunque quiero que llegue el olvido siento como si no hubiera nadie más en el mundo, en mi pensamiento solo alguien, en mi corazón solo un impulso.

El impulso de ponerme a centímetros de ella, mirarle a los ojos durante unos segundos eternos y darle un millón de besos hasta que nos hagamos viejos. Acariciar su pelo y dejar que el mundo gire sin que nos demos cuenta, que olvidemos por un momento que el mundo existe y que hay gente alrededor, que no pensemos en nadie más que nosotros.

Un impulso que tiene una fuerza que no sé de dónde viene, quizá los Dioses, quizá la fuerza de la Tierra, quizá simplemente amor. Me atrapa y me envuelve, me hace tener las ganas de levantarme con rabia y decirle mil cosas al oído, deseos, sentimientos, decirle todo lo que pienso y siento, emociones… el pensar que no puede haber algo tan grande como esto.

Sigue el silencio, sigue ella en el pensamiento, sigue el impulso en mi pecho… pero me contengo porque no sé aún qué hacer, si dejarme llevar por los impulsos o guiarme por lo que dice la realidad, olvidar las consecuencias u olvidarme simplemente de ella. Me mantengo quieto, expectante, aferrado al suelo para que la energía que me quiere llevar no lo haga.

El impulso es muy fuerte, de momento la realidad me está frenando, aunque a veces pienso… ¿Es así la realidad? ¿De verdad son así las cosas que me están frenando? Quizá…

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