Bufff… es ella, tan morena, tan sonriente, tan… ella, simplemente ella…
La miro, no puedo evitarlo, mis ojos van hacia ella sin que yo pueda hacer nada, se sienten arrastrados por su dulzura, su simpatía, el deseo de tocarla, acariciarla, por el deseo de que el tiempo se pare por un instante, que nada ni nadie se mueva a nuestro alrededor para poderle decir te quiero.
Hay un chico a mi lado, un chico que yo había olvidado por completo y que llevaba algunos segundos intentando recordarme que estaba ahí:
– ¿Jordi? ¿Jordi?… ¿Estás en la Tierra?
Me recompongo, bajo del cielo en mi nave espacial e intento volver a la realidad.
-Ejem… entonces el examen bien ¿no?
Mi amigo Jose no es tonto, mira hacia donde estaba mirando yo hace un instante y sonríe
-Te gusta ¿verdad?
Mis labios se tuercen intentando formar una sonrisa pero miro al suelo para que no se me note.
– ¿A mí? ¿Quién?
-Nuria.
Siento el calor en mis mejillas, se están enrojeciendo, y no puedo evitar que la sonrisa aparezca en mi rostro, y no puedo esconderme, no puedo esconderlo. Algo me delata.
– ¿A mí? No sé… oye pues era difícil el examen.
-En fin…
Sé que lo sabe, y él sabe que yo sé que lo sabe, por eso lo deja pasar, porque no quiere meter cizaña, porque sabe cómo me pongo.
Y no puedo evitarlo.
Mis ojos brillan como si en ellos se viera el reflejo de la luna, aparece la risita tonta, esa puñetera que se muestra en los momentos más inoportunos, que sale sola, que es el síntoma de todo lo que pasa, y mi cabeza se va hacia las nubes para estar con ella, fantasear con ella, a solas, ella y yo.
Y eso seguirá pasando, se me seguirá notando, porque hay cosas de mi cuerpo que no puedo controlar, que hablan por mí, que dicen que la quiero, que la deseo. Yo lo noto, todos lo notan.
Lo raro es que ella no.
Realmente: ¡Guau! haha me encanta 🙂 Siempre pasa la verdad, te expresas muy bien, me seguiré pasando ^^
Si, jeje, pasa aunque no queramos que pase. Gracias, aqui te espero 😉