Momentos… que quedan en el recuerdo, instantes… que no se pueden olvidar, fragmentos… de una vida que marcha más rápido de lo que uno desearía.
El mundo gira alrededor a una velocidad endiablada, mientras, yo me empeño en esperar a que llegue el momento idóneo para hacer las cosas, parece que necesite que Venus, Marte y quizá también Mercurio se alineen en una conjunción perfecta para que yo decida dar el salto al mar que me quite tantos dolores de cabeza.
Y es que algo resuena en mi mente… Tic, tac, tic, tac… Parece una bomba de relojería, me persigue a cada instante, no puedo quitarme ese sonido de encima, se me clava dentro recordándome en todo momento la realidad: el tiempo no es eterno, el tiempo se agota, las cosas se acaban.
Y vivo con el miedo de que pase el tiempo y que llegue el instante en que me dé cuenta de que no he sabido aprovecharlo. Quizá simplemente se pueda aprovechar con una mirada tonta, un sonrisa pícara que diga verdades, unas palabras de doble sentido, silencios con los que no hagan falta sonidos…
Un te quiero, un te amo, un podría pasarme la vida mirándote en silencio, un te haría el amor un millón de veces, un tu sonrisa me hace despertar…
Cualquier cosa con la que piense que no he perdido el tiempo, con la que no me pase toda la vida pensando… arrepintiéndome de no haber hecho nada, de no haberlo intentado. Y es que, quizá, si salto al mar me encuentre con una piedra que me destroce en mil pedazos pero también cabe la posibilidad de que me encuentre agua y sienta por fin la libertad del océano.
Tic, tac, tic, tac… Pasan los días, pasan tus días, tus oportunidades, los momentos, tus momentos, vuestros momentos… ¡Lo sé! ¡Lo sé! Y sé que no va a llegar el momento perfecto para que yo salte, simplemente porque no existe, simplemente porque el momento perfecto lo tengo que construir yo, simplemente porque el momento perfecto llegará el día en el que yo me decida a volver a buscar…
Me gusto mucho! y me quedo con esta frase: «Y es que, quizá, si salto al mar me encuentro con una piedra que me destroce en mil pedazos pero también cabe la posibilidad de que me encuentre agua y sienta por fin la libertad del océano.» que me parece muy cierta!!
saludos!
Gracias Vale! Esa frase es muy cierta pero lo que pasa es que muchas veces pensamos más en lo malo que en lo bueno, aunque sepamos que lo bueno es buenísimo.
Saludos!! 😉
«Y sé que no va a llegar el momento perfecto para que yo salte, simplemente porque no existe, simplemente porque el momento perfecto lo tengo que construir yo..»
es tan cierto! a veces pensamos mucho, y se nos va el tiempo, se nos va el tren.. :’) siento que escribes por mi.. saludos!
Gracias Karenina! Todas estas historias las hemos vivido todos y a pesar de la experiencia seguimos cometiendo errores. Deberíamos estar muy atentos al siguiente tren por llegará el día en que sea el último.
Saludos!! 🙂