Alma solitaria

Me lo creí, la primera vez que tus ojos y los míos se cruzaron me lo creí, también aquella vez en que me cogiste de la mano y parecía que no querías soltarla, aquella vez que me dijiste que yo era el más guapo de todos, el más buenazo, me lo creí.

Estaba seguro, pensaba que eran señales demostrándome tu amor, pensaba que al besarte tú seguirías mi camino, pensaba que nuestra relación estaba hecha para que durara siempre.

Pero ahora me he dado cuenta, tus palabras me han hecho mucho daño pero por fin lo entiendo, no debería haberlo hecho lo sé, ese momento en que me dijiste «¿Qué estás haciendo?» cuando te intente besar se me clavaron como un puñal en el corazón.

Ahora soy una alma solitaria, una alma que vaga por el mundo desconsolada, a la que el amor le ha vuelto a cerrar la puerta,  una alma a la que le costará mucho volver a decir «te quiero«