Te odio pero te necesito

Si tuviera un poco más de agallas te diría que estoy harto de ti, que estoy harto de que me utilices cuando lo necesitas y cuando no, me olvides durante días hasta que me vuelves  necesitar, si tuviera un poco más de agallas lo haría.

Porque estoy harto de pertenecer al club al que pertenezco, no quiero ser más el amigo tonto enamorado de su amiga que le da consejos y él no se come ni una rosca, ya no quiero ser más ese amigo.

Te aprovechas demasiado de mí, me utilizas como si fuera un pañuelo en el que secar tus lágrimas y olvidar tus penas, como si dentro de mí no hubiera sentimientos, como si fuera un simple objeto que no es capaz de amar y enamorarse.

¿Te has preocupado alguna vez por lo que siento yo? Alguna vez, cuando has venido a mi casa llorando porque tu novio te había dicho esto o lo otro ¿Te has preocupado en preguntarme frases tan fáciles de decir como “Y tu que tal” o “Como te ha ido el día”?

No, tú solo te has preocupado por tus sentimientos, que si me ha pasado esto o me ha pasado aquello, que si aquel día no me dijo te quiero, que si la otra noche echamos un buen polvo.

¿Te has preguntado alguna vez si mi corazón siente algo por alguien? ¿Si las noches las paso en vela porque ella no me responde? ¿Te lo has preguntado? Si te lo hubieras preguntado quizá hubieras descubierto que “ella” eres tú, que me paso las noches pensando en ti, que necesito estar a tu lado como el que necesita su droga diaria.

Todo eso te lo diría si tuviera un poco más de agallas, si tuviera lo que hay que tener para desenamorarme de ti en un instante, si pudiera decirte adiós y no verte nunca más.

Pero no puedo, no puedo dejar de hablarte, dejar de mirarte, dejar de quererte, de momento tengo que conformarme con mirarte y no besarte, me tengo que conformar con que otro te toque y te bese, me tengo que conformar con quererte y no tenerte.