Me despierto cada mañana pensando en mil cosas, hablando conmigo mismo para tener conversación con alguien, yendo de aquí para allá simplemente con un objetivo: intentar no pensar en ti.
Y a pesar de que lo intento todo, no soy capaz de no quererte.
Y hago todo lo posible. Intento pensar en que no tengo posibilidades contigo, en que si te digo te quiero tú darás media vuelta y te marcharás, en que soy uno más para ti, invisible, una sombra, solo alguien que respira. Te miro y no me miras, te sonrío y no cambias el gesto, te hablo y me hablas como a un amigo, como hablas a todos… No soy especial, no soy esa persona que desearía ser, no estoy en tu cabeza y eso… me revienta.
Por eso lo deseo, lo anhelo, tengo ganas de que te vayas de una vez de mi cabeza, de que para mi también seas una más, invisible, una sombra, solo alguien que respira.
Pero no puedo, y no se si quiero, no soy capaz de no quererte.
Y más, mucho más. Sé que hay otro, otro por el que suspiras, otro al que deseas, que tu corazón está ocupado y que yo no tengo sitio en él. Y creo que el que tiene tu corazón no se ha llegado a dar cuenta de lo que tiene en sus manos, no es consciente de la suerte que tiene. Porque te tiene a ti.
Simple y llanamente tú.
Lo peor de todo es que seguiré estando ahí, intentando, esperando. Porque mi cabeza sabe los motivos pero mi corazón no se da por vencido, porque mi corazón no es capaz de no quererte.