Desearía con todas mis fuerzas cruzar una mirada contigo, que estuviéramos dos, tres, cinco segundos compartiendo miradas, como si no hubiera nada más en el mundo que pudiera distraer nuestra atención. Pero la realidad es que yo te miro, te miro y no te dejo de mirar y cada vez que miro tu mirada está en otra parte, cruzas tu mirada con otras cosas pero lamentablemente tu mirada no me mira.
Desearía con todas mis fuerzas compartir palabras contigo, hechos insignificantes, sonrisas… Pero la realidad
es que me quedo mudo al verte, quisiera decirte las cosas más bonitas del mundo, al oído, secretos, pensamientos, sentimientos… Me falta el aliento, me faltan las palabras, y me sobra, me sobra demasiada vergüenza.
Desearía con todas mis fuerzas poder decirte te quiero, cantarte una canción, poder decir con melodía lo que no pueden decir las palabras. Y que tú me dijeras te quiero, que me cantaras una canción al oído, y poder quedarnos los dos cantando hasta el amanecer, con los agudos maullidos de gato como fondo, y quedarnos abrazados y dormirnos piel con piel, caricia con caricia. Pero la realidad es otra. No sé si llegaré a escuchar un te quiero de tus labios, no sé si tus melodías llegarán a mis oídos, ni siquiera si algún día nos quedaremos piel con piel, caricia con caricia.
Una cosa son deseos, lo otro realidades. Uno choca con lo otro. De momento estoy a la espera, a la espera de que mis deseos se hagan realidad, de que mis deseos sean también los tuyos y que por fin podamos estar piel con piel, caricia con caricia.
Cuánta razón… ='(