Ahora que te vas siento que me están arrancando una parte de mí, como si hubiera un vacío en mi interior ¿Casualidad o no? No lo sé. Lo cierto es que ahora que te vas siento que se va una parte de mi alma, esa parte que hacía mover mis tripas cada vez que te veía, esa parte que hacía dirigir mi mirada hacia la tuya para buscarla, para encontrarla, para que nuestros labios torcieran el gesto y formaran sonrisas cómplices, sonrisas que decían te quieros sin que hicieran falta las palabras.
Te necesito cada día como aquel que necesita su droga, necesito rozar tu piel, lanzarte miradas inocentes, recitarte versos que hablen de que él y ella están juntos, versos en donde no haya dolor. Y soñar contigo sueños prohibidos. Pero ahora que te vas siento que la oscuridad me envuelve, que el tiempo pasa muy despacio, que los versos no riman. Que no vale la pena soñar si tú no apareces en mis sueños.
Ahora que te vas siento que he perdido el tiempo, que no he aprovechado esos silencios entre nosotros en donde cabían palabras que expresaran sentimientos, pasiones, esos silencios que se podían rellenar con un simple te quiero. Y ahora me doy cuenta, ahora que es demasiado tarde, ahora que te vas.
Existe un vacío en mi interior, sí. Quizá sea una parte de mi alma que se ha escapado para buscarte, para decirte todo lo que yo no te he dicho, para decirte los te quieros que mis labios no supieron expresar, para impedir que me olvides y que nuestras miradas puedan volver a encontrarse, ahora sí, acompañadas de un te quiero en nuestros labios.