A veces

A veces quiero contarte que me va genial, que hace un tiempo que vivo en esa calma de la que te hablaba cuando estábamos bañados en sudor, exhaustos.

A veces escucho una canción y quiero hablarte de ella, contarte lo que he sentido y que me mires sonriendo, como aquellas veces en que cada uno nos poníamos un auricular y cerrábamos los ojos dejándonos llevar.

A veces quiero decirte que he cumplido un par de sueños, aquellos que te contaba mientras te hacías la dormida. Tal vez eran tres, o tal vez cien, ha pasado ya tanto tiempo que quizá sea esa la cifra. Sé que te encantaría saberlo, que te hubieses alegrado por ello.

A veces quiero preguntarte qué tal, simplemente, que hables durante horas sobre ti y yo, mientras tanto, mirarte en silencio. Saber de ti, joder, saber que estás bien, que eres feliz.

Que, aunque te jodí, eres feliz.

Que, aunque te hice daño, seguiste adelante.

Que, aunque la cagué, fuiste mejor que yo.

A veces quiero hacer tantas cosas que ya no puedo hacer porque fui imbécil que me tiro de los pelos, me los arranco uno a uno y los piso hasta el desquicio. Estar contigo en silencio, mirarte a los ojos, darte el abrazo más largo del mundo.

Que me digas que todo saldrá bien.

Pero ya solo queda el silencio, los restos carbonizados de lo que fuimos, el eco de todos aquellos gritos que gritamos felices, el polvo que, poco a poco, irá desapareciendo.

Hasta que ni siquiera me recuerdes.

Como si nada hubiese sucedido. Quién sabe si me lo estoy inventando, quién sabe si mis propios destrozos no provocaron mis propias derrotas.

A veces me miento en todo aquello que quiero olvidar.

A veces, o siempre.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *